BAJO BIDASOA: TRANSITAR HACIA UN MODELO DE DESARROLLO TERRITORIAL (MÁS) SOBERANO (II)

Escenario económico y líneas de actuación posibles

| Iker Eizagirre |

2. Situación económica en Irun. Los datos.

Presentamos los datos principales recogidos del anuario económico de Bidasoa Activa S.A. (2018) para después extraer conclusiones y operativizar en forma DAFO.

Datos socio-económicos básicos

  • Población total: 79.201 habitantes

  • Densidad comarcal de 1.106,2 habitantes por km2

  • Población activa: 37.353 habitantes

  • Desempleados: 4.275 habitantes, lo que supone una tasa de paro estimada de 11,5%

 

  • Contratos formalizados en el 2017: 25.835 contratos.
  • El número total de personas afiliadas a la Seguridad Social a finales de 2017: 23.717 personas.
  • Establecimientos y empleos por ramas de actividad y PIB relativo por cápita.

Formación

El alumnado en los centros educativos de la comarca asciende en 2017 a 12.149 alumnos/as. El 64% de las matriculaciones se registran en centros públicos y el 36% restante en centros privados. En el campus del Bidasoa Mondragon Unibertsitatea se están formando un total de 295 alumnos/as, provenientes tanto de la comarca como de otros municipios.

Tejido económico

Al finalizar el 2017, el tejido empresarial comarcal está compuesto por 6.657 establecimientos que ocupan a 25.727 trabajadores/as, de los cuales el 77% trabaja en el sector terciario. El sector primario destaca por la notable actividad pesquera desarrollada por la flota de Hondarribia, con 24 embarcaciones y 261 tripulantes, la cual se dedica exclusivamente al subsector de bajura. El sector industrial de la comarca se compone de 391 establecimientos dando empleo a 3.756 personas, 3.641 en el municipio de Irun y 115 en Hondarribia.

En cuanto a la construcción, la comarca cuenta con 989 establecimientos que ocupan a 1.545 personas trabajadoras.

El sector terciario (servicios) de la comarca lo componen un total de 5.176 establecimientos, dando empleo a 19.964 personas.

Turismo

La progresiva ampliación de los recursos turísticos comarcales tiene como objetivo la atracción de turistas a la comarca. En el año 2017 la comarca dispone de 47 establecimientos de alojamiento. La capacidad de estos establecimientos alcanza la cifra de 2.516 plazas. En 2017 media anual de ocupación del 66,2%.

Infraestructuras

Elementos fundamentales a tener en cuenta sobre los que se construye el territorio y la actividad económica. En este sentido la red fundamental consta de:

En resumen:

  • La población: asimetría poblacional entre los dos municipio de la comarca, que son parte de una aglomeración urbana intermedia dentro de la región urbana de la EuroCiudad Vasca (con Donostia con 180.000 hab. y Baiona-Angelu-Biarritz con 105.396 hab. como polos más fuertes).

  • En relación a las fuerzas centrífugas que afectan a la comarca: un 48,1% de las personas empleadas empadronadas en Irun con empleo, lo ejercen fuera de la comarca (Eustat, 2011).

  • Una comarca relativamente más pobre: los datos del PIB, la renta familiar y la tasa de paro (la más grande de la provincia) así lo muestran.

  • Una comarca con una oferta educativa considerable (Formación Profesional, sobre todo, y universitaria).

  • Un tejido económico muy terciarizado que no consigue explotar el sector turístico potencial dada su localización.

  • La comarca, y en especial Irun tiene una centralidad secundaria en la ciudad real respecto a las áreas funcionales de Donostia y BAB. Esta posición secundaria es más fuerte en algunos aspectos económicos (que vienen reconocidos por la propia EuroCiudad y el Plan Estratégico de Bidasoa Activa). Así, los sectores de actividad sobre los que se quiere explotar la ventaja competitiva son:

    • Logística de tráfico de mercancías (logística avanzada) por su condición de nodo de comunicaciones.

    • Comercio 4.0 y referencia para el consumo “ciudad de compras”.

    • Se habla de la movilidad eléctrica.

    • Un vago sector como “la industria creativa”.

    • Oferta formativa en Formación Profesional.


Topografía básica recogida en las Directrices de Ordenación Territorial (Gobierno Vasco, 2016). En ellas como vemos Irun tiene un peso específico muy secundario respecto a San Sebastián. Peso que trata de ganar potenciando su función puente con Baiona y Europa.

2.1 DAFO

DEBILIDADES

– Tejido económico muy terciarizado

– Una parte del pequeño comercio en declive: dificultades para la modernización y sitiado por los grandes centros comerciales y las nuevas formas de venta (online). Débil asociación y estrategia inexistente sector-institución compartida.

– El peso del primer sector es nulo y no hay apuesta institucional por tratar de revitalizarlo de laguna manera dentro del paradigma del Km0.

– El nivel de modernización e innovación de la pyme es pequeño (Ikei, 2017) y no hay colaboración empresarial a nivel comarcal para ello.

– Dificultades para facilitar más suelo de uso industrial.

– Una débil apuesta por crear fondos de financiación para la innovación en pymes, emprendimientos de la comarca

– No existe una estrategia integrada ni liderazgo público en ello. Lo que se hace se hace a nivel de sectores de actividad (agro-alimentario, hostelería, turismo, logística, etc.) pero sin buscar sinergias.

– Débil articulación entre los centros formativos y las necesidades de cualificación del tejido económico.

– El servicio de emprendimiento de Bidasoa Activa S.A. es deficitario: formaciones aleatorias pero sin servicio de acompañamiento y vinculación con el tejido económico comarcal a la nueva empresa.

– No se trabaja la resignificación del emprendimiento como forma legítima y necesaria de generar riqueza para el territorio.

– Un nivel de renta relativamente bajo respecto a la provincia y débil cohesión social para actuar de forma común.

– Tasas de paro más altas de la provincia.

– Visión de crear empleo sí, pero no empleo de calidad.

– No existen ni estrategias ni herramientas para la integración al ciclo económico con plenos derechos de sectores con riesgo estructural de caer en la exclusión social o la marginalidad (migrantes y sectores subcualificados).

– No existen ni estrategias, ni herramientas para la integración de sectores con riesgo estructural de caer en la exclusión social o la marginalidad (migrantes y sectores subcualificados) al ciclo económico con derechos plenos.

– Propuestas económicas alternativas (ESS, circular, cooperativismo, comunes, etc.) son vistas como “ocurrencias” y no se las tiene en cuenta.

– Una ciudad muy dividida (ideología, procedencia, clase, barrios, etc.) e imposibilidad de acumular capital social en escala de ciudad.

FORTALEZAS

– El sector de la logística es fuerte (la plataforma de Zaisa de propiedad pública) y debido a la geolocalización de la ciudad es un sector con potencial para aprovechar las oportunidades.

– Numerosas iniciativas que plantean colaboración y desarrollo local en base a la articulación en clave territorial (BDS Koop (ESS), red de Industria creativa, Programa Bidasoa Km0, etc.)

Amor propio por el comercio local que en cierta manera lo mantiene a flote.

– Segunda ciudad de Gipuzkoa (tercera en la región transfronteriza) es Irun cabeza de comarca, y tiene posibilidades de generar un polo atrayente en sectores como la logística, el comercio o la cultura.

– Entorno natural, historia, conectividad, oferta gastronómica, etc. que hacen que tenga posibilidades de posicionarse como destino turístico

– Apuesta por participar en escalas supra-comarcales para el desarrollo económico en red: Consorcio Transfronterizo, EuroCiudad Vasca, EuroRegión, etc.

– Red de centros formativos que van hasta el máster universitario (Mondragón Unibertsitatea) y especial fuerza en la Formación Profesional con dos centros de referencia como son Bidasoa FP y Playaundi FP.

Movimiento asociativo activo que empieza a incluir lo “económico” en su agenda.

– Proyecto Vía Irun: estrategia conjunta entre gobierno municipal actual, Diputación, GV y Ministerio de Fomento para revolucionar el espacio ferroviario y convertirlo en una plataforma intermodal y centro de desarrollo económico moderno.

– Buena red de servicios: transporte público y conexiones supracomarcales, servicio institucional (ventanilla) a las empresas, abastecimiento de agua, luz e internet asegurado, escuelas, centros de mayores, etc.

– Progresiva sensibilización por parte del estamento político, más poroso a nuevas propuestas viendo que las cosas no acaban de mejorar.

AMENAZAS

– Quedar relegada como polo atrayente en la región urbana en construcción (por la fuerza centrífuga ejercida por Baiona y Donostia).

– Posibilidad de nuevas crisis y aumento de las desigualdades sociales: mayor degradación de la cohesión social.

– Las nuevas formas de producción, distribución y consumo, especialmente las que aplican economías de escala y uso intensivo de tecnología, pueden hacer que muchos sectores de actividad quiebren ante la capacidad competitiva de grandes empresas.

– Que las empresas y capitales foráneos, necesarios para activar los sectores estratégicos de la comarca, no vean atractiva la localización.

– Que el auge de visiones neoliberales y conservador-fascistas impidan articular alianzas con otros territorios en clave de desarrollo local y solidaridad.

OPORTUNIDADES

– Vía Irun Distrito Innovador: poder atraer empresas de referencia en logística avanzada, movilidad verde, comercio 4.0 y TICs a un nuevo distrito urbano situado en el centro de la ciudad y con opciones de inter-modalidad excepcionales (TAV, tren, euskotren, autobuses, etc.).

– Concienciación ciudadana en clave de democracia económica: cada vez más masa crítica.

El fortalecimiento (teórico y político) de proyectos de corte municipalista que apuesta por la relocalización de los procesos económicos (en la medida de lo posible, claro está). Existe una amplia red de municipios (aquí, Udalbiltza) en la que se están generando y consolidando nuevos modelos económicos desde lo local pivotados en proyectos probados y exitosos.

– Captar fondos europeos para financiar las estrategias de desarrollo comarcal.